PRIMER DE BATXILLERAT HISTÒRIA DEL MÓN CONTEMPORANI

L'Època dels Imperialismes (1870-1919)
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Respuesta del jefe Seattle


El gran jefe de Washington envió palabra de que desea comprar nuestra tierra. Consideramos su oferta, sabemos que de no hacerlo así el hombre blanco puede venir con pistolas a quitárnosla.
¿Cómo se puede comprar o vender el cielo? ¿Acaso se puede poseer la lluvia y el viento? La idea nos resulta extraña. Ya que nosotros no poseemos la frescura del aire o el destello del agua. ¿Cómo pueden comprarnos esto?
Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi gente. Cada aguja brillante de pino, cada ribera arenosa, cada niebla en las maderas oscuras, cada claridad y zumbido del insecto es sagrado a la memoria y al pasado de mi pueblo.
Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos también son sus hermanos y deben tratarlos con la misma dulzura con que se trata a un hermano.
Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida.
Una porción de nuestra tierra es lo mismo para él, que es un extraño, que viene en la noche y nos arrebata la tierra dónde piensa que la necesite. La tierra no es su hermana, sino su enemiga y cuando la ha conquistado sigue su camino dejando atrás la sepultura de sus padres sin importarle.
Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el firmamento, como objetos que se compran, se explotan y se venden como ovejas o cuerdas de colores. Su apetito devorará la tierra, dejando atrás solo un desierto.
La sola vista de sus ciudades apena los ojos del piel roja, pero quizá esto es porque el piel roja es un salvaje y no entiende.
(…) Yo soy un salvaje y no entiendo como el humo del caballo de hierro puede ser más importante que el búfalo, al que nosotros matábamos solamente para poder sobrevivir.
(...) Si decidimos aceptar la oferta de comprar nuestras tierras, el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos. ¿Qué sería del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el hombre también moriría de una gran soledad espiritual, porque lo que suceda a los animales, también le sucederá al hombre. Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra está enriquecida con las vidas de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos lo que nosotros hemos enseñado a los nuestros; que la tierra es nuestra madre.
(…)
Pero nosotros somos salvajes. Los sueños del hombre blanco están ocultos para nosotros y por ello caminaremos por nuestros propios caminos. Si llegamos a un acuerdo será para asegurar su conservación como lo han prometido. Allí quizá podamos vivir nuestros pocos días como deseamos. Cuando el último piel roja se desvanezca de la tierra y su memoria sea solamente una sombra de una nube atravesando la pradera, estas riberas y praderas estarán aún retenidas por los espíritus de mi gente, por el amor a esta tierra como los recién nacidos aman el sonido del corazón de sus padres.
También los blancos se extinguirán, quizás antes que las demás tribus. Contaminan sus lechos y una noche perecerán ahogados en sus propios residuos. Pero ustedes caminarán hacia su destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza del Dios que los trajo a esta Tierra y que, por algún designio especial, les dio dominio sobre ella y sobre el piel roja. Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos por qué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con cables parlantes. Termina la vida y empieza la supervivencia.
Esto sabemos: la tierra no pertenece al hombre, el hombre pertenece a la tierra.
(…)
Sabemos una cosa que el hombre blanco puede alguna vez descubrir: Nuestra Divinidad, nuestro Dios es su mismo Dios. Ustedes piensan que lo poseen, como desean poseer nuestra tierra. Pero no es así. La Divinidad es el Dios del hombre, y su compasión se comparte por igual entre el piel roja y el hombre blanco. La Tierra es algo muy preciado, y el deterioro de la Tierra provocaría la ira de la Fuerza Creadora.
Si vendemos nuestra tierra, ámenla como nosotros la hemos amado. Preocúpense de ella, como nosotros nos hemos preocupado. Guarden en la memoria el recuerdo de la tierra tal como era cuando la recibieron. Conserven la tierra, el aire y los ríos para los hijos de sus hijos, ámenla como nosotros la hemos amado y como la Divinidad nos ama a todos nosotros.

                     El jefe indio Seattle, de la tribu de los Duwamish, 1855. (Tenemos constancia de ello porque el Dr. Henry A.Smith  muchos años después, concretamente  en 1887, lo publicó en el Seattle Sunday Star)

                

Los 14 puntos de Wilson

  “1. Todos los tratados de paz son públicos y se conciertan públicamente, y después de estos tratados no puede concertarse ningún acuerdo internacional secreto de ninguna especie. La diplomacia debe ser siempre abierta y llevarse ante la publicidad del mundo entero

2. Completa libertad de navegación en el mar fuera de las aguas territoriales, tanto en paz como en guerra{...}

3. La mayor eliminación posible de todas las barreras económicas y establecimiento de la igualdad en las relaciones comerciales entre aquellas naciones que se adhieran a la paz y se unan para su mantenimiento

4. Garantías mutuas adecuadas para reducir los armamentos de cada país al mínimum compatible con la seguridad interior

5. Libre, magnánima y absolutamente imparcial renuncia a todas las pretensiones coloniales. Esta renuncia se fundará en el estricto respeto al principio de que, al resolver sobre tales cuestiones de soberanía, los intereses de los pueblos afectados tendrán igual peso e importancia que las justificadas pretensiones de los gobiernos cuya alegación jurídica se trata de fijar{...}

10. A los pueblos de Austria-Hungria, cuyo puesto deseamos asegurar entre las demás naciones, debe dárseles la primera ocasión favorable para su desenvolvimiento autónomo

11. Rumania, Serbia y Montenegro deben ser evacuados y las regiones ocupadas han de ser restauradas. Serbia debe recibir un acceso libre al mar, las relaciones mutuas entre los estados balcánicos deben terminarse por concierto amistoso de acuerdo con las líneas fundamentales históricas de común pertenencia y nacionalidad, deben crearse garantías internacionales para la independencia política y económica y para la intangibilidad territorial de los distintos Estados balcánicos.

12. Para las partes turcas del actual Imperio otomano debe asegurarse una independencia absoluta; pero las otras nacionalidades que actualmente se hallan bajo la denominación turca deben tener su vida completamente asegurada y debe permitírseles un desarrollo completo autonómico, sin el menor obstáculo. Los Dardanelos deben abrirse permanentemente al libre paso bajo garantías internacionales para los barcos mercantes de todos los países{...}

14. Mediante convenios adecuados debe crearse una Sociedad General de las Naciones, de suerte que se establezca una seguridad mutua para la independencia política y la intangibilidad territorial tanto de las naciones grandes como de las pequeñas.”

                                                                                                  14 puntos del presidente de los EE.UU. Wilson

                                                                               

EL TRACTAT DE VERSALLES (1919)
Qüestionari

 

• Llegiu el text següent i contesteu les preguntes que l’acompanyen:

231. Els governs aliats i associats afirmen, i Alemanya accepta, la seva responsabilitat i la dels seus aliats per haver causat tots els danys i les pèrdues que han patit els governs aliats i associats a conseqüència de la guerra que els va imposar l’agressió d’Alemanya i els seus aliats.
232. Els governs aliats i associats reconeixen que, tenint en compte les permanents disminucions dels recursos d’Alemanya que resulten d’altres disposicions del present tractat, tals recursos no són suficients per a una completa reparació dels danys i pèrdues esmentats. No obstant això, els governs aliats i associats exigeixen, i Alemanya es compromet a pagar, una compensació per tot el mal causat a la població civil de les potències aliades i associades i a les seves propietats durant el període de bel·ligerància
de cada una.
233. El valor total dels danys esmentats el determinarà una comissió interaliada que es denominarà Comissió de Reparacions. [...] La Comissió dissenyarà un programa de pagaments, que fixarà el moment i la forma per a la completa liquidació d’aquesta obligació dins d’un període de trenta anys des de l’1 de maig de 1921.
235. Amb la finalitat que les potències aliades i associades puguin procedir immediatament a la restauració de la seva vida industrial i econòmica, mentre es determinen per complet les seves demandes, Alemanya pagarà 20.000 milions de marcs or en els terminis i les formes que fixi la Comissió de Reparacions (sigui en or, mercaderies, vaixells, títols o d’una altra manera).

                                                                                            PAAU 1998 LOGSE: Història del món contemporani

Qüestions

  1. Resumiu i valoreu les idees principals del text i situeu-lo en el seu context històric.[1 punt]
  2. Comenteu el contingut del text, tot analitzant les repercussions que va tenir aquest tractat per a la reconstrucció posterior d’Alemanya. Per què es diu que la Segona Guerra Mundial es va iniciar a Versalles? [2 punts]
  3. Expliqueu les conseqüències demogràfiques, territorials i econòmiques que la Primera Guerra Mundial va tenir per als països bel·ligerants. [2 punts]

 

 

En acabar, podeu veure la correcció:


L'exercici 1 es valorarà globalment a raó de 5 punts, que es distribuiran de la manera següent :
Primera pregunta : 1 punt
Segona pregunta : 2 punts
Tercera pregunta : 2 punts
A la primera pregunta, l'alumnat hauria de destacar les idees següents: l'atribució de tota la responsabilitat de l'inici de la guerra a Alemanya i l'obligació d'Alemanya de compensar el mal causat a través d'uns pagaments (reparacions de guerra). Hauria de valorar la duresa de les condicions imposades pels països aliats. [Aquesta part es pot valorar amb 0,5 punts]
A continuació ha de situar el text en el marc de la fi de la I Guerra Mundial i la signatura del Tractat de Versalles. Hauria de caracteritzar una mica aquest tractat. [Aquesta part es pot valorar amb 0,5 punts]
A la segona pregunta, l'alumnat ha d'aprofundir en l'anàlisi de les idees principals del text destacant: la contradicció entre la suposada culpabilitat d'Alemanya i la pràctica imperialista de totes les potències europees. A més, ha d'analitzar les dificultats que representava per a Alemanya el pagament de les reparacions de guerra, així com la humiliació i el ressentiment que va provocar el Tractat de Versalles en el poble alemany i que va facilitar l'ascens del nazisme i el camí cap a la Segona Guerra Mundial.
A la tercera pregunta, l'alumnat ha de comentar de forma adequada les conseqüències demogràfiques (elevadíssima mortalitat, ferits, mutilats, disminació natalitat, etc.), territorials (reestructuració del mapa europeu) i econòmiques (Europa perd hegemonia -pèrdues en el seu potencial industrial, agrícola i comercial; endeutament, inflació, etc.-, enriquiment dels Estats Units, etc.).
[Quant a la valoració, els 2 punts adjudicats a la pregunta número 3 es poden repartir de la manera següent: 0,75 punts per a les conseqüències demogràfiques, 0,5 per a les territorials i 0,75 per a les econòmiques]

                                         Font: Oficina de Coordinació i d'Organització de les PAAU a Catalunya  PAAU 1998
                         Pautes de correcció LOGSE: Història del món contemporani

                    

"il.lustració"

EL TRACTAT DE VERSALLES (1919)
Comentari

                       
"Los Estados Unidos de América, imperio Británico, Francia, Italia, Japón, potencias designadas por el presente tratado como las principales potencias aliadas y asociadas, de una parte (...) y Alemania, por otra, han convenido las siguientes disposiciones (...):
Art. 42. Se prohíbe a Alemania mantener o construir fortificaciones, sea sobre el lado izquierdo del Rin, sea sobre su lado derecho.
Art. 43. Se prohíbe igualmente en la zona definida en el art. 42, el mantenimiento y la concentración de fuerzas armadas (...).
Art. 45. En compensación de la destrucción de las minas de carbón en el norte de Francia (...) Alemania cede a Francia la propiedad entera y absoluta de las minas de carbón situadas en el Sarre.
Art. 119. Alemania renuncia, en favor de las principales potencias aliadas y asociadas, a todos sus derechos y títulos sobre sus posesiones en ultramar.
Art. 160. El ejército alemán será destinado exclusivamente al mantenimiento del orden sobre el territorio y a la policía de fronteras.
Art. 231. Los gobiernos aliados y asociados declaran y Alemania reconoce que Alemania y sus aliados son responsables, por haberlos causado, de todas las pérdidas y todos los daños sufridos por los gobiernos aliados y sus naciones como consecuencia de la guerra, que les ha sido impuesta por la agresión de Alemania y sus aliados."
Art. 232. Los gobiernos aliados y asociados exigen y Alemania adquiere el compromiso de que sean reparados todos los daños causados a la población civil de las potencias aliadas y asociadas, y a sus bienes.
Artículo 233.La cuantía de estos daños, por cuya reparación debe pagar Alemania, será fijada por una comisión interaliada, que tomará el título de Comisión de Reparaciones.”
Tratado de Versalles. 1919.

 

(Encuadre)
Comentamos un texto perteneciente al tratado de Versalles, documento integrante de la paz de París de 1919 que se refiere a la paz firmada por las potencias aliadas con Alemania. El texto es un fragmento de dicho tratado, firmado el 28 de junio en París, en el palacio de Versalles.
Entró en vigor en enero de 1920. Su autor es colectivo: EEUU, Gran Bretaña, Francia, Italia, Japón.
Estamos por lo tanto ante una fuente primaria, de naturaleza política y destinatario público.
(Resumen)
En este fragmento se exponen las partes correspondientes al preámbulo y firmantes del tratado de Versalles y una selección de artículos.
(Análisis externo)
El texto se estructura en dos partes. La primera es un fragmento del preámbulo en el que aparecen los firmantes del tratado que se corresponde con las tres primeras líneas. A continuación se exponen los artículos 42, 43, 45, 119, 160, 231, 232 y 233.
(Análisis interno)
Al desarrollar el análisis interno de la primera parte del texto, es de destacar que en la redacción del tratado, prevaleció la opinión de EEUU, Francia y Gran Bretaña. Podemos comentar que pese a que el presidente de EEUU, Wilson, consiguió que se admitieran algunas de sus peticiones en el articulado, tales como la creación de la Sociedad de Naciones, la dureza de algunos de los fragmentos del tratado son debidas a la opinión de los representantes de Gran Bretaña (Lloyd George ) y Francia (Clemenceau). La influencia de Italia – representada por Orlando, inicialmente aliada de Alemania, después combatiendo del lado de la entente hasta el final de la guerra, con triste fortuna- y Japón es mínima en la redacción del tratado.
Los representantes de Alemania no participaron en la redacción de éste, lo cual fue una de las principales razones esgrimidas para rechazarlo por parte de todos los estratos sociales y políticos alemanes, y la principal razón para denunciarlo e incumplirlo por parte de Hitler en los años 30.
En segundo lugar, analizamos los artículos expuestos en el texto. El Tratado de Versalles se compone de XV partes distintas. Los artículos expuestos en el texto pertenecen a la Parte III
(Cláusulas para Europa, artículos 42 a 45), Parte IV (Derechos e intereses alemanes fuera de Alemania, artículo 119), Parte V (cláusulas militares, artículo 160) y Parte VIII (Reparaciones, artículos 231 a 233).
Los tres primeros artículos, señalan algunas de las condiciones clave de la paz. Por el artículo 42, Alemania renunciaba a crear emplazamientos militares en la frontera francesa. Las reivindicaciones francesas quedaban aquí frustradas. El objetivo del representante francés era obtener la Renania, además de Alsacia y Lorena. No fue posible por la oposición de Wilson y Lloyd George. El artículo 43 endurece esta medida prohibiendo la presencia militar en estos territorios, lo que permitía una zona de tranquilidad para Francia que más tarde fue aprovechada para ocupar la cuenca del Rhur en 1923. Por último, el artículo 45 suponía la cesión voluntaria de las minas del Sarre a Francia durante 15 años, en compensación por los daños causados durante la guerra, otro elemento más en la humillación a Alemania.
El siguiente artículo, es el 119, hace referencia a la renuncia de Alemania a sus colonias ultramarinas. Estas fueron repartidas entre las potencias vencedoras. Las colonias de Togolandia y Camerún se dividieron entre Francia y Gran Bretaña . África del Suroeste (actual Namibia) quedó bajo tutela de Sudáfrica. Tanganica pasó en su mayor parte a Gran Bretaña, con la excepción de Ruanda y Burundi (que quedaron en manos de Bélgica). La Nueva Guinea Alemana (parte en la actualidad de Papúa Nueva Guinea) pasó a ser británica, aunque finalmente quedó bajo tutela de Australia. Las islas de Polinesia que se dirigían desde ésta se repartieron entre Gran Bretaña y Japón. Se ponía así fin a las aspiraciones de crear un imperio colonial que habían sido el sueño del Kaiser Guillermo II.
El artículo 160 forma parte de las cláusulas militares. Delimita las funciones del ejército, que quedan limitadas a la de policía fronteriza y una pequeña fuerza para el orden público. El ejército alemán quedaba reducido a 100.000 hombres y 4000 oficiales, sin artillería, aviación o armada, incapaz de rechazar una invasión o intentar una aventura exterior.
Los tres últimos artículos forman parte de la Parte VIII del tratado, las reparaciones. Pasamos a analizarlas.
El artículo 231 fue uno de los más discutidos, los representantes alemanes protestaron su firma, pero ante la alternativa de continuar el conflicto, terminaron por aceptarlo. De acuerdo con este artículo, Alemania y sus aliados se declaraban responsables de la guerra, así como de todas las pérdidas y daños causados. No se hacía referencia a los daños causados por los aliados de la entente ni a su parte de responsabilidad en la guerra –como hemos visto, el gobierno británico y el francés fueron tan alegremente a la guerra como los alemanes o los austriacos, cumpliendo con los tratados que habían suscrito, salvo Italia-
El artículo 232 hace referencia a la obligación de realizar reparaciones por parte de Alemania por los daños causados a la población civil y a los bienes. Estos daños habían sido producidos particularmente en territorio francés y belga. Este artículo puede considerarse como la revancha francesa por las indemnizaciones a las que fue obligada a pagar en 1870, tras la guerra franco prusiana. Sin embargo, la cuantía de dichas reparaciones no quedaba declarada en el tratado.
Alemania se comprometía a pagar unas indemnizaciones sin conocer su cuantía, situación en extremo humillante. El artículo 233, declara que la cantidad correspondiente a las indemnizaciones sería establecida en el futuro por una Comisión de Reparaciones, que estableció finalmente la indemnización en 269.000 millones de marcos oro, una cantidad imposible de pagar por Alemania en las condiciones de postguerra.
Las reparaciones fueron finalmente sufragadas a lo largo de los años 20 por Alemania gracias a los planes de crédito estadounidense Dawes y Young de 1825.
(Comentario histórico)
El tratado de Versalles es uno de los tratados que forman la paz de París de 1919. Lo suscribió Alemania con las potencias aliadas.
La paz de París de 1919 supuso una reorganización del territorio europeo similar a la que había supuesto el tratado de Viena y la paz de París de 1815, pero a diferencia del tratado de Viena, esta reorganización afectó también a territorio extraeuropeo y fue mucho menos duradera.
Las antiguas posesiones coloniales alemanas y los territorios imperiales del imperio austrohúngaro y el imperio otomano fueron repartidas en nuevos estados como Yugoslavia, Austria, Checoslovaquia o Hungría, o convertidas en mandatos como fue el caso de los territorios de oriente próximo y medio pertenecientes al imperio otomano.
El tratado de Versalles con Alemania fue uno de los tratados que mayores problemas acarreó tanto en el momento de su firma, como en el futuro. Gracias a la ausencia de los rusos, la inclinación de Wilson a hacer concesiones y la ausencia de Alemania de las reuniones, el tratado se terminó en un tiempo record, tres meses. Los representantes alemanes se negaron a firmarlo cuando pudieron leerlo en mayo de 1919, pero finalmente accedieron ya que su negativa significaba continuar con la guerra. No consiguió sus objetivos, el tratado de Versalles era demasiado duro como para ser aceptado por el pueblo, el ejército o la clase política alemana, y demasiado blando frente a Alemania, ya que pese a la dureza de las reparaciones y la cesión de Alsacia y Lorena, o el corredor polaco; el potencial industrial y económico alemán estaba intacto, y Alemania seguía estando en condiciones de provocar una nueva guerra.
Si comparamos la tibieza con la que fue tratada Francia durante la primera y segunda paz de París de 1814 y 1815, con la dureza con la que se trató a Alemania, podemos hacernos una idea más clara de las causas del fracaso del tratado de Versalles. Una paz como la de 1815 dejaba una vía de escape a Francia y la integraba en el sistema de estados europeos sin recortes significativos en sus fronteras, mientras que el tratado de Versalles de 1915 recortaba las fronteras alemanas, la declaraba culpable de la guerra y dejaba la puerta abierta al revanchismo alemán.
La idea de modificar los términos del tratado de Versalles estuvo presente en Alemania, tanto entre los demócratas como entre los reaccionarios. El sentimiento de humillación nacional ante la paz, fue una constante durante los años 20 que explotaron los grupos reaccionarios. El ascenso del NSDAP y Hitler al poder se hizo bajo la promesa de revisar los tratados de Versalles. La invasión de Polonia que provocó la IIGM fue el último paso de Hitler en su política de recuperar lo perdido en Versalles.
La segunda guerra mundial ha sido vista como una consecuencia directa del tratado de Versalles. Un tratado destinado a sufrir una revisión, pacífica o violenta.

Font: http://temasdehistoria.es/texo_1_bach/comentariodetextoresueltoVersalles.pdf

 

Plejanov, líder menchevique

“La razón por la que los acontecimientos de los últimos días me causan tanto dolor no es que no quiera que la clase obrera triunfe, sin, por el contrario, porque deseo con todo mi corazón el triunfo de los trabajadores (…)

No, nuestra clase obrera está muy lejos de estar preparada para apoderarse del poder político de manera que depare ventajas para ella misma y para el país. Encargarla ese poder en estos momentos significa iniciar el camino hacia una gran calamidad histórica que será una gran tragedia para Rusia.”

Carta abierta a los trabajadores de Petrogrado, 28 Octubre 1917

 

El espíritu burgués

• Llegiu l'entrevista següent de Lluis Amiguet a Evelyn H. Lauder, vicepresidenta de Estée Lauder.

Estée Lauder es un mito del capitalismo. Empezó a vender la crema que hacía su tío boticario en una tiendecita de Queens. No le fue mal: hoy los Lauder son la crème de los grandes mecenas presidiendo el Museum of Modern Art (MOMA) de Nueva York o el Whitney Museum of American Art o creando la Fundación contra el Cáncer de Mama que dirige Evelyn.

-Yo era maestra, así que me encargué de enseñar a enseñar cómo vender Estée Lauder: cuando yo llegué a la familia, teníamos media docena de viajantes...
-¿Hoy cuánto facturan?
-Seis mil millones de dólares el año pasado en todo el mundo.
-¡Deme una clase de ventas ahora mismo!
-Primero: le voy a enseñar a enseñar.
-Estoy dispuesto.
-Lo primero que usted le dice a alguien y lo último es lo que va a recordar. En una clase, por ejemplo, ésta, usted debe decir lo más importante al principio...
-Eso es sentido común...
-...Y lo segundo más importante lo va a decir al final. Y lo menos, dígalo en la mitad. Y lo principal es el contacto visual.
-¿Quiere que mire al cliente?
-¡A los ojos! ¡Desde el primer momento!
-Y le digo: ¿Qué desea?
-¡Grave fallo! Si usted le pregunta: ¿Qué es lo que quiere?, él o ella le contestará: "Nada, gracias", por lo menos en un 80 por ciento de sus intentos. Pregunte eso sólo si el comprador va decidido y determinado hacia usted. Si sólo está curioseando, que es la actitud que nos interesa, y le pregunta "¿Qué desea?", usted lo acaba de echar.
-Entonces, ¿qué le digo?
-Sin dejar de mirarle a los ojos, le tiene que hacer a su cliente, porque ya es suyo, alguna observación asertiva sobre su aspecto...
-¿Y si no me cae bien...?
-No se dedique usted a las ventas.
-Vale, vale...
-Usted le dice, por ejemplo: "Le queda muy bien esa camisa..."
-¡Perfecto! ¡Yo soy muy pelota!
-...Pero tiene que ser verdad. Una camisa horrible le delatará a usted cuando lo diga, porque su voz sonará impostada. No mienta. Usted jamás engañará dos veces a un cliente... Por lo menos si ese cliente es una mujer.
-De acuerdo, si es horrible su camisa, le hablaré bien de su corbata.
-Busque algo que de verdad sea agradable. Y espere su reacción de agrado al oírle.
-Y si el cliente me contesta: "¿De verdad le gusta mi camisa?"
-¡Vamos bien! Ahora usted añada algo así como: "La camisa es muy bonita, pero con otro cinturón quedaría todavía mejor".
-Y ¡toma! ¡Ya le he vendido el cinturón!
-¡No! ¡Espere! Usted sólo intenta demostrar interés en el aspecto del cliente.
-¿Y si nota que sólo quiero venderle la moto y por eso le hablo bien de su camisa?
-Da igual. El ser humano aprecia el interés sea cual sea la causa. Sólo entonces, cuando ya ha demostrado usted interés sincero por el cliente, le informa: "Tenemos una colonia que es de ese estilo suyo..."
-Ahora la veo venir...
-Aún no, espere...Y si aprecia curiosidad en su cliente y buena disposición añada: "¿Por qué no la prueba?".
-¿Y si me suelta: "¡Qué peste!"?
-No insista. Él tiene razón. Sonría. Jamás venderá usted nada presionando. Y aunque usted lograra venderle algo intimidándole, no volvería a verlo jamás. Tiene que hacerle sentirse bien.
-¿Y si el cliente está que si sí que si no?
-No le presione... ¡Regálele algo!
-¿Regalar algo? ¿En Barcelona?
-Sí, el primer paso de una buena venta es el regalo. Mi suegra, Estée Lauder, arrasó a sus competidores porque ella regalaba siempre. Regalaba muestras. Ella las inventó. Cogía la mano derecha del cliente...Un día dijo ante una convención de nuestros vendedores: "No he llegado hasta aquí por haberlo deseado o por haberlo esperado, sino por habérmelo trabajado". Estée sabía que un regalo no era un derroche, era una inversión. Los tenderos roñosos incrédulos contemplaban cómo volvía el cliente al que mi suegra había regalado una muestra... ¡Y compraba!
-¿No han perdido ustedes parte del espíritu al convertirse en gran fortuna planetaria?
-El dinero viene y el dinero se va. Eso creo que lo tenemos claro y mientras se queda está bien: ayuda a vivir...
-Supongo...
-...Pero cuando se va sólo te queda lo que es realmente importante: tu carácter.

                                                                                                                     Lluís Amiguet . "La Vanguardia" 26/10/2004

Quina és la idea que expresa millor la mentalitat d'aquesta empresària?. Raona la resposta

 

 

 Fonts secundàries

Entrevista de VÍCTOR–M. AMELA a PAULINE McLEOD, CUENTACUENTOS, AUSTRALIANA ABORIGEN.  

“Me raptaron, pero mi espíritu sobrevivió”


-¿Cuántos aborígenes quedan hoy en Australia?
–Unos 150.000: somos el 2% de la población australiana.
-¿Y cuántos eran antes de que arribasen los colonizadores europeos?
–No se sabe con exactitud, pero posiblemente cerca de un millón. Poblábamos Australia desde el tiempo de los sueños. (...) la sociedad moderna es muy invasiva, muy perturbadora. Para acceder al tiempo de los sueños debo salir de la urbe, de Sydney, y volver a la tierra de mis antepasados, y, allí, ser guiada por mis tías.
–¿Sus tías?
–Llamamos así a las tías carnales y también a las maestras de nuestro clan, de nuestro pueblo: son las mujeres que saben, las mujeres que nos enseñan a ver y a experimentar. Las que nos enseñan los cuentos, las normas, los ritos, el acceso al tiempo de los sueños...
–¿Y son siempre mujeres?
–No. Son mujeres para iniciar a las mujeres, y hombres para iniciar a los hombres. En mi cultura, a partir de los 15 años, las cosas de hombres son cosas de hombres y las cosas de mujeres son cosas de mujeres. (...)
–¿Es machista su cultura?
–Un occidental quizá podría decir que sí. Yo creo que no, que es muy equilibrada.  (...)
–¿Tienen ustedes su propias leyes?
–Sí. No nos gusta la ley de los blancos. Por eso hay roces... Los blancos castigan una violación ¡con sólo seis meses de cárcel! En nuestra ley, un violador merece ser castigado con la muerte.
–¿Y aplican esa ley?
–Hay partes de Australia en que el penado puede elegir entre la ley aborigen y la ley blanca. Casi todos eligen la blanca...(...)
–La cultura occidental es muy contaminante, nos viene aculturando... Y se cometió genocidio con nosotros... ¡Pero últimamente nuestra cultura aborigen está rebrotando!
–¿En qué consistió ese genocidio?
–En 1788 llegaron los ingleses. Nuestros héroes aborígenes resistieron durante veinte años, pero luego fue ya imposible, y nos arrasaron. La matanza duró 150 años. A mediados del siglo XX se detuvo, pero se hicieron aún otras cosas igual de terribles...
–¿A qué se refiere?
–A la generación de los niños robados.
–¿Niños robados?
–Sí. El gobierno arrancaba a los niños aborígenes de sus familias... y los entregaba a familias blancas. Se rompía así la integridad de las familias aborígenes y se truncaba la transmisión de nuestra cultura... Esa práctica horrible se mantuvo ¡hasta el año 1970!
–¿1970? Entonces, usted, por su edad...
–Sí: pertenezco a esa generación robada. Mis hermanos y yo fuimos arrancados de mis padres, de nuestro clan. Yo tenía dos años. Fui criada por una familia de Sydney...
–Pero ha vuelto usted a su cultura aborigen.
–A los 26 años, sí. ¡Mi espíritu aborigen no había muerto! Y pude rehacer mis vínculos.
–Y sus padres adoptivos..., ¿qué dijeron?
–Sintieron que yo los traicionaba. Y yo los odiaba por lo que hicieron. Hoy ya no odio. No existen para mí, ni yo para ellos. Tengo familia: he vuelto al seno de mi pueblo. ¡Soy feliz siendo una cuentacuentos para niños!
–¿Y sus hermanos?
–Su espíritu se rompió: no han vuelto.
                                                                                                                 " LA VANGUARDIA";  17/12/2002

La tejedora, de B. Planella, 1882

El trabajo infantil

Hablando en la clase de hoy sobre los llamados “orfanatos ingleses”, donde se obligaba a trabajar a los niños huérfanos o expósitos casi en régimen de esclavitud sobre todo durante la segunda mitad del siglo XIX, comentamos que el fenómeno del trabajo infantil no fue exclusivo de Inglaterra; de hecho, se produjo en la mayoría de Europa en las primeras décadas de la revolución industrial. Este cuadro -La tejedora, de B. Planella- es un ejemplo de ello: representa a una niña que no llegará a los diez años, trabajando en una fábrica de una industria textil de la Barcelona de 1882.

Este cuadro es uno de los mejores ejemplos de la pintura realista española. El Realismo en el arte, al igual que en la literatura, nos otorga valiosísimos testimonios de la vida de la época, reflejando la realidad como si de una fotografía se tratara. El realismo surgió en la segunda mitad del siglo XIX, hacia 1848, como reacción contra el boato y la frivolidad del Romanticismo de la etapa anterior. Se opone a la idealización con la que el Romanticismo presentaba los acontecimientos y la sociedad, y se centra en representar la realidad lo más fielmente posible, centrándose en temas de índole social y de la vida cotidiana, sobre todo de las clases más desfavorecidas: campesinos, trabajadores de las fábricas o, simplemente, gentes comunes sorprendidas en mitad de sus afanes y tareas cotidianas. Gustave Coubert (1819-1877) y Jean François Millet (1814-1875) son sus representantes más importantes.


La situación de los trabajadores de las fábricas podría llegar a considerarse como de semi-esclavitud en general, pero, cuando nos fijamos en los más indefensos de aquella sociedad, los niños, se demuestra que su situación llegó a límites extremos. Cuando se produce el traslado masivo de las familias del campo a la ciudad para trabajar en las fábricas, había una gran demanda de mano de obra, pero, una vez llegados allí, se veían obligados a sobrevivir en la más absoluta pobreza y cualquier miembro de la familia que, casi literalmente, pudiera mantenerse sobre sus piernas era enviado a trabajar, incluyendo, por supuesto, a los niños.

Niños de tan sólo seis años trabajaban largas horas por una paga mísera, muy por debajo de las de los adultos. Según los diferentes estudios, los niños llegaban a trabajar hasta 18 horas al día, con una única hora completa de descanso. Aunque este horario es extremo, no era raro que los niños trabajasen de 12 a 14 horas con los descansos mínimos para sobrevivir. No sólo están sometidos a este largo horario, sino que también trabajaban muy duramente, sin seguridad de ningún tipo, ni siquiera sanitaria o higiénica. Además, trabajaban con material peligroso y pesado, por lo que los accidentes en que los niños eran heridos o muertos no eran raros en las fábricas del momento.

Los niños obreros estuvieron casi a la total merced de los dueños de las fábricas en Inglaterra hasta la llamada “Factory Act” de 1833. En ella se establecía que los niños debían cobrar un tercio de lo que hacían los adultos, en vez de que sus patronos pudieran decidir sus sueldos o, incluso, no pagarles en absoluto. Pero en el caso de los huérfanos, este punto solía ser obviado: bajo la excusa de que sus patronos les daban cobijo, comida y vestido, no les pagaban su trabajo, utilizándolos como verdaderos esclavos y a menudo eran maltratados y golpeados si no se comportaban o no cumplían las expectativas de producción. Se sabe que uno de los castigos que habitualmente se les administraba era el “Be weighted”, como es denominado en inglés: se le ataba al niño algo pesado en el cuello según la pena impuesta y le hacían caminar por toda la fábrica para que otros niños le vieran y tomaran ejemplo, castigo que llegaba a durar más de una hora; este castigo podía provocar importante lesiones de espalda y de cuello y perjudicar irremediablemente su crecimiento.

Pese a que el trabajo infantil estaba generalizado, hubo personas que lucharon para que se aboliera el trabajo de los niños o que, al menos, se mejoraran sus condiciones de vida. La citada anteriormente “Factory Act” de 1833 fue el primer paso serio. Aparte de regular la obligación de pagarles un sueldo, se imponía la edad en la que podían empezar a trabajar (no antes de los 8 años) y las horas que debían hacerlo según su edad: los niños de 9 a 13 años sólo podían trabajar 8 horas al día y de los 14 a los 18 no más de 12. Además, los niños deberían ir a la escuela al menos dos horas diarias. Además, el gobierno puso oficiales para que controlaran que estas condiciones se cumplieran, aunque de hecho se siguieron produciendo los mismos abusos.

El trabajo de los niños era fundamental para las fábricas de la época. Los niños, mano de obra baratísima y generalmente eficiente, resultaban muy rentables para los empresarios, por lo que en general no se cumplieron las medidas dictadas por el Gobierno. Las ínfimas condiciones de trabajo tuvieron importantes consecuencias, pues la mortandad de los niños que allí trabajaban fue enorme, tanto por los accidentes como por la pésima alimentación y la falta de descanso, que les exponía a todo tipo de enfermedades como la tuberculosis que hacían que muchos de ellos murieran antes de los veinte años. Además, ese horrible tipo de vida conducía a los trabajadores a la delincuencia y al alcohol, provocando una gran inseguridad social en el ámbito de los trabajadores y una degradación total del modo de vida imperante. Como demuestra este cuadro, este tipo de trabajo también se dio en España de manera generalizada en las zonas industrializadas, que correspondía sobre todo a la zona de Barcelona y en la industria del País Vasco, Navarra y Vizcaya.

El trabajo infantil no se comenzó a abolir hasta las primeras décadas del siglo XX, en distintas fechas dependiendo de los países, dado que debemos recordar que, todavía en la actualidad, los niños se ven obligados a trabajar en los paises más desfavorecidos del mundo, muchas veces en condiciones infrahumanas y que debemos seguir luchando en contra esta abominable explotación de la que no debería ser objeto ningún niño del mundo.

                                                                                                     Rocío Martínez López
                                                                                   Publicado por Historia Económica de la Edad Moderna
                                                         Font: http://histeconomica.blogspot.com.es/2008/01/economa-e-historia-del-arte-5-la.html

Sobre  la descolonización

ENTREVISTA DE LLUÍS AMIGUET  A  MOLEFI KETE ASANTE, CREADOR DEL AFROCENTRISMO


-La peor colonización no es la de las tierras y propiedades; la colonización más cruel es la de las mentes, y el pueblo africano sólo ha descolonizado su apariencia: en su corazón y su mente aún es esclavo.
–¿Y usted qué ha hecho para descolonizarse?
–Pensar. He tratado de pensar en libertad y he escrito “Afrocentrismo”. Me he mirado al espejo y me he dicho “me amo como soy: africano, negro. Amo mi pelo encrespado y mi nariz chata. Amo mi piel y mi ritmo al caminar. ¡Soy un orgulloso hijo de África! y África fue la cuna de la humanidad.
–Eso es una verdad científica.
–Sí, pero sobre todo me siento persona. Y no hablo de revoluciones, sino sólo de restaurar el sentido común en mi identidad y mi vida. A mí me bautizaron Arthur Smith.
–Encantado, señor Smith.
–Pero, a ver, dígame la verdad..., ¿es que tengo yo pinta de llamarme Arthur Smith?
–No sé...
–¡Dios, no! ¡Ése es el nombre del amo blanco de mis antepasados esclavos! Seguir con ese nombre es perpetuar la memoria de la esclavitud. Lo mismo pensé de mis ropas: ¿por qué debo llevar corbata? ¿Acaso me avergüenzo de las ropas de mis antepasados?
–Si yo vistiera ropas de mis antepasados, iría con cachirulo y zaragüeyes.
–Es su libre opción llevar lo que crea que le identifica. Yo quiero seguir la propia tradición de mi pueblo, el pueblo africano, y de ese modo contribuir a la diversidad y el color cambiante de la humanidad.
–Y gozarse así en la infinita diversidad de lo humano.
–Exacto. Y para poder ser yo, tengo que empezar por pensarme a mí mismo y no aceptar lo que otros han decidido que yo sea.
–¿A qué se refiere?
–África hasta ahora ha sido definida por europeos, americanos, occidentales. Ha sido explicada por todos menos por sí misma. Ya es hora de que los africanos se definan a sí mismos y que sean el centro de sí mismos.
–¡Pero usted es norteamericano!
–¿Y qué? Ésa es la diferencia entre el modelo francés de integración de inmigrantes y el que hemos conseguido en EE.UU. con un siglo de luchas civiles. Nosotros diferenciamos entre ciudadanía e identidad.
–A saber.
–Yo soy ciudadano de EE.UU.: esa ciudadanía me otorga derechos que disfruto y obligaciones que cumplo, pero mi identidad la decido yo, y yo la vivo como quiero. Yo he escogido la identidad africana de mis antepasados y vivo y pienso y visto como africano. (...)Todos ganaríamos si fuéramos fieles a nosotros mismos. ¿Sabe cómo actúa el colonialismo? . Primero demuestra su superioridad con la fuerza, después impone su poder y luego crea autoodio en el colonizado. Hace que te avergüences de ser lo que eres. Después quieres cambiar de nombre: aquí Molefi no quiere ser Molefi, sino que quiere llamarse José.
–Aquí más bien Jordi.
–En EE.UU. lo anglosajón es lo correcto, y si usted es un hispano alienado y agradecido a sus nuevos amos, quiere llamarse John, no Juan. Y al final le da vergüenza no ser rubio y tener los ojos azules. Te empiezan avergonzando de tu cultura, tu aspecto, y acabas avergonzado de ti mismo y despreciándote. Pueden llegar incluso a prohibir que manifiestes tu identidad...
(...)
–¿Está usted orgulloso de Colin Powell?
–Lo respeto, pero los afroamericanos consideran que sólo sirve a los intereses de la minoría que gobierna con Bush. (...) Sus problemas no son los nuestros.
–¿Cuáles son sus problemas?
–Paro, pobreza, falta de educación universitaria y brutalidad policial. Y George W. Bush los ha empeorado.
                                                                                               
                                                                                                                                        "LA VANGUARDIA";  26/01/2004

El liberalismo

"La historia de las ideas políticas en el siglo XIX está dominada por el progreso del liberalismo en el conjunto del universo. El liberalismo triunfa en Europa occidental; se propaga en Alemania y en Italia, donde el movimiento liberal está ligado estrechamente al movimiento nacional; gana la Europa oriental (lucha de “eslavófilos” y “occidentales”); penetra, bajo su forma europea, en los países de Extremo Oriente, que se abren al comercio occidental; las repúblicas latinoamericanas se otorgan Constituciones liberales, inspiradas en la Constitución de Estados Unidos.(..)
El siglo XIX es, ante todo, el siglo del liberalismo, Pero ¿de qué liberalismo? Son necesarias aquí algunas distinciones.
1.º Liberalismo y progreso técnico.
El liberalismo es inicialmente una filosofía del progreso indivisible e irreversible; progreso técnico, progreso del bienestar, progreso intelectual y progreso moral yendo a la par. Pero el tema del progreso se vacía poco a poco de su substancia. Hacia finales del siglo XIX son numerosos los liberales que sueñan con una era estacionaria, con un universo detenido. De esta forma es necesario distinguir entre un liberalismo dinámico, que acepta la máquina y que favorece la industria, y un liberalismo económicamente conservador y proteccionista. Esa primera forma del liberalismo prevalece, en conjunto, en Inglaterra; y la segunda domina en Francia.
2.º Liberalismo y burguesía.
El liberalismo es uno de los elementos originarios de la filosofía de la burguesía. (…) La situación, a este respecto, difiere según las épocas y según los países. En Francia el liberalismo permanece, en conjunto, estrechamente vinculado a la defensa de los intereses. Pero mientras que el liberalismo francés apenas evoluciona Inglaterra conoce varias tentativas para ensanchar y revisar el liberalismo, especialmente en la época de Stuart Mill y, más tarde, en los últimos años del siglo XIX. El socialismo francés del siglo XIX constituye una reacción contra el liberalismo burgués, en tanto que el socialismo inglés está impregnado en gran medida de liberalismo
3.º Liberalismo y libertad.
En el siglo XVIII se hablaba indistintamente de libertad y de libertades; y el liberalismo aparecía como la garantía de las libertades, como la doctrina de la libertad. Pero en la misma medida en que el liberalismo aparece como la filosofía de la clase burguesa, no asegura más que la libertad de la burguesía; y los no-burgueses, por ejemplo, Proudhon, tratan de establecer la libertad frente al liberalismo.
4.º Liberalismo y liberalismos.
Durante mucho tiempo el liberalismo aparece como un bloque: para Benjamin Constant, liberalismo político, liberalismo económico, liberalismo intelectual y liberalismo religioso no constituyen más que los aspectos de una sola e idéntica doctrina. “He defendido durante cuarenta años -escribe- el mismo principio: libertad en todo, en religión, en literatura, en filosofía, en industria, en política; y por libertad entiendo el triunfo de la individualidad, tanto sobre la autoridad que pretenda gobernar mediante el despotismo, como sobre las masas que reclaman el derecho de sojuzgar a la minoría”.
Esta concepción es la del siglo XVIII, para el que la unidad del liberalismo era un dogma indiscutible. Pero en el siglo XIX se produce un hecho capital: la fragmentación del liberalismo en varias ideologías distintas, aunque no siempre distinguidas:
- El liberalismo económico descansa sobre dos principios: riqueza y propiedad; se opone al dirigismo, aun aviniéndose con los favores del Estado; es el fundamento doctrinal del capitalismo;
- El liberalismo político se opone al despotismo; es el fundamento doctrinal del Gobierno representativo y de la democracia parlamentaria;
- El liberalismo intelectual se caracteriza por el espíritu de tolerancia y de conciliación; este espíritu liberal no es exclusivo de los liberales, algunos de los cuales se muestran incluso notablemente intolerantes.
De esta forma, la unidad del liberalismo, al igual que la unidad del progreso, se nos presenta como un mito. El liberalismo ofrece aspectos muy diversos, según las épocas, según los países y según las tendencias de una misma época y de un mismo país."

                                                                                                                      Touchard, Jean: Historia de las ideas políticas.

 

Hobsbawm i la necessitat de llegir Marx avui



Navegant per Internet he topat amb una entrevista concedida per l’historiador britànic Eric Hobsbawm el 2008. Sempre és un plaer llegir les reflexions d’aquest mestre d’historiadors, fins i tot quan no s’està d’acord, però crec que avui dia, davant la crisi d’una esquerra cada cop més difuminada per la pràctica de polítiques de dretes (també mal conegudes com liberals) com a resposta a la crisi econòmica, aquesta entrevista recupera la seva vigència i mereix un cop d’ull. Val la pena que el socialisme rellegeixi l’obra de Marx? Aquí teniu un extracte de les opinions de Hobsbawm al respecte:

Cap socialista pot renunciar al pensament de Karl Marx, en el ben entès que creia que la seva tesi segons la qual el capitalisme havia de ser succeït per una altra forma de societat es basava, no en una esperança o en la voluntat, sinó en un anàlisi seriós del desenvolupament històric, particularment de l’era capitalista. La seva predicció real de que el capitalisme seria reemplaçat per un sistema administrat o planejat socialment encara avui sembla raonable, tot i que va subestimar la possibilitat que els elements del mercat sobrevisquessin en algun tipus de sistema postcapitalista. Ja que Marx va abstenir-se de formular especulacions al voltant del futur no pot ser responsabilitzat per les formes específiques en les quals les economies “socialistes” van ser organitzades sota el “socialisme realment existent”.
Respecte dels objectius del socialisme, Marx no va ser l’únic pensador contemporani que desitjava una societat sense explotació i alienació, en la qual els éssers humans poguessin veure’s realitzats plenament segons el seu potencial. Ara bé, sí que va ser qui ho va expressar amb més força que ningú, i les seves paraules encara avui mantenen el poder per inspirar les noves generacions.
Tanmateix, Marx no retornarà a ser una inspiració política per a l’esquerra fins que aquesta entengui que les seves obres no poden ser enteses com a tractats polítics, autoritàriament de qualsevol altra manera, ni com a descripcions de la situació del món capitalista d’avui, sinó com una guia per entendre la naturalesa del desenvolupament capitalista. Ni tampoc podem plantejar-nos o oblidar que ni ell mateix no va aconseguir una presentació [un desenvolupament] ben planejat, coherent i complet de les seves idees, tot i els intents d’Engels i d’altres autors per construir els manuscrits de Marx, donant forma a un segon i tercer volum d’El Capital. Això ho deixen palès els Grundrisse [recopilació de les anotacions de Marx]. Fins i tot, un Capital complet només hauria format una part del pla original de l’autor, excessivament ambiciós.
D’altra banda, Marx no retornarà a l’esquerra fins que la tendència actual entre els activistes radicals de convertir l’anticapitalisme en antiglobalisme sigui abandonada. La globalització existeix i és irreversible. Marx ho va reconèixer com un fet i, com a internacionalista, va donar-li la benvinguda. Allò que ell va critica i el que nosaltres hem de criticar és el tipus de globalització que ha produït el capitalisme.
Marx és i romandrà com una de les grans ments de la filosofia i l’anàlisi econòmic del segle XIX, i, en la seva màxima expressió, com a mestre d’una prosa apassionada. També és important llegir a Marx perquè el món en el qual vivim actualment no pot entendre’s sense la influència que els escrits d’aquest home van tenir en el segle XX. I finalment, hauria de ser llegit perquè, com ell mateix va escriure, el món no pot ser canviat de manera efectiva a menys que sigui entès, i Marx roman com una guia fenomenal per a la comprensió del món i dels problemes als quals hem de fer front.

                                    Font: http://blogs.sapiens.cat/socialsenxarxa/2011/06/19/hobsbawm-i-la-necessitat-de-llegir-marx-avui/

                (Sobre lo que sienten los soldados en el frente)

                    “En el libro An intimate history of killing in twentieth century warfare, escrito por Joanna Bourke, una joven historiadora neozelandesa, su primera línea dice así: El acto característico de los hombres en la guerra no es morir, es matar. Su tesis principal es que la estructura de la guerra fomenta el placer de matar y muestra cómo hombres corrientes llegan a convertirse en asesinos en el caos del conflicto bélico. Una conclusión que ha desatado en tan sólo unas semanas una fuerte polémica (...) y que es el resultado de 5 años de investigación y estudio de las cartas, diarios y las memorias de los veteranos australianos, británicos y norteamericanos en las dos guerras mundiales y en la guerra de Vietnam.
                   Bourke ha roto un tabú de los hombres en armas -sentir placer al matar es anormal, sufrir un trauma es normal- que ha sido ocultado durante siglos por códigos de honor, glorias heroicas y el orgullo nacional. Incluso modernamente la tecnología ha propiciado la idea de guerra limpia y convertido las función de matar en simplemente la pericia para hacer bien un trabajo, como resume la fórmula dispara y olvídate con que  los norteamericanos definen las armas inteligentes (...). A lo largo de la lectura de 300 cartas enviadas por los soldados en el frente a sus novias y familiares {se revela} una verdad muy diferente. Son historias contradictorias, a menudo fantásticas, siempre brutales, en las que los soldados no sólo celebran la violencia del combate como una experiencia muy superior a la mediocridad de la vida civil, sino que describen su participación en algunas matanzas en términos de placer sexual.
                     Así por ejemplo, un soldado de la I Guerra Mundial cuenta que la primera vez que hundió su bayoneta en un alemán sintió una satisfacción exultante y magnífica; otro afirmó que tuvo un sentimiento esencial de la justicia cuando disparó contra un piloto alemán. Y algunos llegan más lejos: hay quien invita a su novia a compartir su experiencia con la bayoneta con estas palabras: cada vez que tengo un enemigo bajo mis costillas pienso en ti, querida, y eso da fuerza a mi brazo. (...)
                  Joanna Bourke saca otras dos conclusiones sobre el universo moral de los soldados a partir de estas experiencias. La primera es el principio de solidaridad entre los uniformados: los hombres matan por sus colegas, no por abstracciones como el patriotismo o el nacionalismo. Es una respuesta psicológica relacionada con su sentimiento de vulnerabilidad, con el terror en la guerra y con el miedo a volver a casa. La segunda es que es mucho más fácil odiar al enemigo si hay una diferencia racial. Es más fácil matar japoneses o vietnamitas que alemanes(...). En el fomento del odio al enemigo, la historiadora neozelandesa no olvida otros factores, como el adoctrinamiento y el entrenamiento militar que reciben los soldados antes de ser enviados al frente(...)
                  En este ámbito Bourke demuestra en su investigación que el odio al enemigo es mucho mayor en la retaguardia, entre los que nunca iban a ir a luchar, que en el frente. Entre los soldados existe una especie de identificación con el enemigo porque están sufriendo al mismo nivel. Son, por el contrario, las mujeres que sólo ven que están matando a sus hombres, los medios de comunicación que publicitan las atrocidades y los militares que se quedan en casa quienes más odian al enemigo.”                    
                                                                                                                                                El País, 30 de mayo de 1999

Cartes de soldats

“¡Qué extraño es encontrarse así!, bajo tierra, como si nunca hubiera sido de otro modo!. ¿Dónde se ha ido la vida anterior?. ¿Por qué está tan lejos todo aquello?. ¿Cuándo nos tocará a nosotros y desapareceremos como los demás en el silencio?. ¿Esta noche todavía?. ¿Mañana?. ¿Pasado mañana?. No es más que una cuestión de tiempo. ¿Y por qué se muere?. ¿Por qué?. En 1914 creíamos saberlo.”         
                                                                                                           Johannsen: Cuatro de infantería 


“El talud se ha cubierto por todos sus francos de hombres que descienden al mismo tiempo que nosotros. Atravesamos nuestras alambradas. Aún no disparan. Algunos, más torpes, tropiezan y se vuelven a levantar. Bruscamente, ante nuestros ojos, a todo lo largo de la pendiente, se elevan sombrías llamas rasgando el aire con espantosas detonaciones. Por la línea, de izquierda a derecha, caen bombas del cielo, salen explosiones de la tierra... Nos detenemos, fijos en el suelo, estupefactos por el súbito nubarrón que retumba por todas partes: después un esfuerzo simultáneo agita nuestros cuerpos y los lanza adelante, más deprisa... De pronto, suelto mi fusil, la ráfaga de una explosión me ha quemado las manos. Lo recojo tambaleándome y vuelvo a marchar con la cabeza gacha en medio de la tempestad de amarillentos resplandores, a través de la lluvia destructora.”                          

                                                                                                  Barbuse,Henri: Le feu (premio Goncourt 1915)

 

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